CADENA PERPETUA
El sol brilla hoy con
fuerza. Es temprano, y los pájaros han salido de sus nidos para entonar los
primeros cantos de la mañana.
Juegan en el parque. Corren
por la hierba, saltando y brincando de un lado a otro. Se divierten, y no
pierden el tiempo en tener miedo a los perjuicios que pueda acarrear su
libertad.
Desearía ser como ellos.
Hacer carreras de fondo, fintar, burlar. Pero todo eso me está vetado. Lo único
que me queda es resignarme a mirar, a llorar, a intentar escapar, atrapada en
este condenado arnés… Todo porque un día en que era libre corrí demasiado lejos
y mi dueña se asustó.
Ella me quiere, pero no se
da cuenta de que amar es distinto de poseer, y, en vez de procurar mi felicidad,
solo me da una cadena perpetua.
Aer
Por esa perrita que no puede correr en
libertad
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